Me quiero morir,
como mueren los rostros
marchitos de tantos deseos.
quiero crecer,
como crece el hongo
firme e imperceptible
para hablarle con palabras de viento
al ojo de dios.
quiero huir por calles adoquinadas
seguirte la figura
como el llanto.
quiero escupir para arriba
para sentir el rocío en las mañanas.
quiero una estancia
que sea mía,
y si es posible
sin hombres alrededor
sin pisadas frías.
quiero un océano en un frasquito.
quiero un pájaro que me cante
hasta inducirme al sueño
dormir por eternidades
despertarme en el recuerdo.
y quiero, más que nada,
que despiertes al lado mío.