EN TINTE SOMBRIO

mojar la boca en el néctar clandestino...
y en tinte sombrío... pulular como una escarapela en llamas.


pájaros que cantan en las mañanas frías. en la ambigüedad de una mañana tensa, suave como un perro dormido a la sombra, luce lívida, raudamente preparada para el soponcio, la luz dulcificadora de la palabra. -carnes muertas y ruidos del otro lado de la puerta-. el afuera constantemente doblegando mis intenciones y yo acá, cerrando la etapa primera del adiós. he sido construido varias veces, dulcificado en el devenir sensual, en la palabra como una cópula, en los disfrutes de los momentos de luz, única aparición en el delirio tenue de la realidad. buscando la palma atroz que de el golpe, o el beso que acaricie la comisura de los labios como un vergel en cueros, como una huerta. escupo al cielo para revisar los restos de una teología en llamas. papeles prendidos de miseria. palabras en el sembradío de la conciencia. espacios negros entre el cuerpo. limpias manos que van a escarbar la tierra así porque si para dar ejemplo, que luego se guardan en bolsillos recubiertos por tintineos argentinos. y digo, encandilado, que la luz del rigor no es el placer del poeta. y que dulces las fosas nasales vibran antes de producir la mentira... vidas... casi recortadas contra el paisaje, como todos los contornos del hombre. -Lo borroso se acaricia-. la luz de la duda atardece en el amor de dos o tres mujeres tenues, disculpándose... dulces maniquíes, fragmentados, como el procedimiento y la forma.
que hay del rastrillo que acaricia el piso, invalido, inútil como la cigarra en el verano...
y que hay de esos hombres que devoran plomo solo para pertenecer a la historia...
que hay de la voluptuosidad, lugar al que viajan unos pocos, relamidos de exilio, a situarse en ese otro mundo donde el poder de la muerte es dulce encanto.
escupidos por la miseria los hombres vagan como sombras, como una luz muerta... escuchan? escuchan como yo los sonidos de mi cerebro trabajando, forjando el hierro de las palabras para volcarlas gota a gota candentes en la herida o forma definitiva? escuchan el aletear de pájaros contra el hueco de la caverna? escucha Platón, escucha Poe? escuchan acaso el sufrimiento de una mente que vaga vana... sin luz se pierde la memoria.
llagas abiertas a lo ingrato... se filtran los recuerdos imposibles de retener ya. rey del declive, cómico, me escucho hablar y me repito... las vueltas de mi hemisferio occidental descubren una plataforma desde la cual se escupen palabras secas, sin sexo, que no copulan entre si, no construyen nada... solo un devaneo mientras se espera la fractura ósea como el choque de un iceberg contra la maciza entraña del hielo que al destruirse, replegado, por rebote, gira concéntricamente alrededor del núcleo.

-las acciones rebotan concéntricas como un profundo agujero en el cielo-

luz opaca. una puesta teatral. un hombre se toma el rostro frunciendo el ceño. su vista clavada en la primera fila de espectadores. mira un vientre donde nacerá una niña. piensa. que será del huésped del silencio? que será de estos párpados que producen llanto cuando en la contemplación de un vientre florece la felicidad voluptuosa... que será renacer tal vez acaso de la mano del amor para escupir los versos por doquiera como flores y plantar en el mundo un rosedal... y el golpe musical que siempre viene para decir no, son visiones, el campo esta yerto, muerto, seco como la entraña del instante...
entonces asqueado del rigor de la zanja seca voy y vuelvo ansioso de destierros. no puedo reposar mi cuerpo por mas que lo desee... se pliega a las paredes como un dibujo queriendo perder el volumen y la asimetría. estoy confundido porque al lado de mi rostro cuelgan sotanas negras. y leí tanto que perecí asqueado del consumo de la palabra divina.
Ateo,
de profesión librero,
de vocación obrero.
voraz lector de vidas ajenas escupirás tu agua en el desierto.
Como un pasto que crece mecido por el viento, solo,
enfrentaras tu destierro.
Con esa espuma en la mano producto de tu genital agreste
sembraras la tierra.

inhumano, al polvo lo barre el viento y las fuerzas lucidas de la historia.

todo lo que digo esculpido por el viento que se cuela en mi cuerpo como una amenaza. después de eso no hay mas nada. para mi y mis huesos rotos. no hay mas nada para el que especta.

salvo el vientre seco.